He pensado estos días como los tiempos cambian, desde luego
mi titulo significa que soy prehistórica para muchos, arcaica para otros, y la
verdad nací vieja (no se equivocaron). Mientras hacia un recorrido por las
redes sociales, conseguí un centenar de personas que hacen capture de sus pin
recibidos con todo el amor del mundo, otros las imágenes mas románticas que les
envían a través de whatsapp, y así sucesivamente, etiquetas van y vienen, @, e
innumerables # de instagram. Para nada estoy en contra de la evolución
tecnológica que nos aplasta diariamente, mucho menos voy contra el reloj ¡O sea
sama no tas en na!.
La era tecnológica, la sociedad y sus modas, una juventud
hormonal, y pare usted de contar, a dejado atrás lo que yo conozco como
"Amor a la antigua". Esos amores que matan pero que se vive, las
salidas con permiso de mama y papa, las flores, los chocolates (que buenísimos)
, el cine, los detalles, y LAS CARTAS. ¿Se acuerdan? , esas noches de papeles y
lapices que desgastaban la borra hasta alcanzar un verso meloso, sin sentido,
con o sin error ortográfico y con el amor desde los órganos, porque el corazón
se quedaba loco. Si, las hojas escritas de puño y letra del enamorado, vaya si
no lo recuerda aquí se la presento, esas terribles manifestaciones verbales
plasmadas en papel con una pizca de chispa risueña, sonrojos nocturnos y
alegría inigualable.
Ya me había emocionado, pero esa era la manifestación de
amor mas increíble para aquellos años, los viajeros, los marineros, aquellos
grandes militares expresaban con mano papel y grafito todo un cajón de
emociones hacia sus mujeres. Ya se que eso no pasa aquí, pero hoy que ya no se
escriben cartas, el amor aparentemente lo demanda. Las redes sociales y esas
terribles hormonas adolescentes que no se aguantan, para no caer en
controversia, a cambiado la mentalidad de los amores, desde luego, amor es amor
pese a sus tantas expresiones y medios, sin embargo, nunca esta de mas escribir
en aquello que llamamos papel, con eso que llaman lápiz, de un fulano renombrado
corazón.
Hoy que tal vez ya no se escriban cartas, el amor
infructuoso, alegre, triste u olvidado, demandara palabras delicadas, que no
tengan sentido, que quiten aliento, hagan llorar, sean repetitivas ante los
ojos, que bailen entre borrones, que estén entre mayúsculas y minúsculas, que
tengan dibujos y lleguen a través de sobres.
PD: Si, hay quienes escriben cartas...
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