Feliz día a todas las plumas de mi país.
Era entonces aquel lead, cuerpo y cola que me hacían la vida
pedazos. Yo pensaba que era la noticia mas patosa que me había tocado redactar,
pensé ¿Que tan importante sera esto? ¡de seguro ni media cuartilla merece! Me
había vuelto una loca con el lápiz escribiendo sandeces y perdiendo el tiempo.
¿Que era eso tan importante que le había ocurrido a esa fulana? ¿Porque yo no
lo sabia?. Desde luego, aquella era una táctica de la insufrible profesora,
estoy clara, quería verme llorar, exaltada y dispersa en pensamientos.
Corriendo los minutos, sus dedos delgados y rugosos chocaban
con la mesa del escritorio, como tratando de manifestar que eramos unos recién
llegados, poco conocedores de lo que era el periodismo, el verdadero concepto
de ser periodista. Mirando aquellos dedos me tembló hasta las neuronas, se me
había acabado la imaginación , la cordura , el poco uso de razón que tenia.
Esa Cataluña me tiene fastidiada, ¿Que le habrá pasado? ¿Fue
victima del hampa venezolano? ¿Se le murió un familiar? ¡Que diantres Cataluña!
De tanta tontera que había pensado, al fin la nota había
terminado, me sentí tan completa, dentro de mi el orgullo exaltado ¡Ahora si
soy periodista insufrible, redacte esa ridícula noticia,jajaja!. Había cumplido
la meta, después de aprenderme con golpes que era ese lead , cuerpo y la tan
insignificante pero grande cola. Solté mi examen con placer, me despedí de la
insufrible y emprendí hasta las afueras del salón junto al resto que se
aquejaban de la misma señora.
¡Yo si pude, que ignorantes! me repetía el señor orgullo
femenino.
Mientras esperaba a mis compañeras, escuche a una alumna que
recién salia del salón, que LA COMUNIDAD DE CATALUÑA había tenido problemas con
la distribución de combustible.
Cataluña nunca fue una señora.
Nota: El periodista debe leer e investigar.
Adayris Castillo