Desde luego el nombre de esto no tiene nada que ver con
vivencias de amores, mucho menos de situaciones incomodas o trágicas, tiene
mucho que ver con algo vivido durante mi carrera y que, desde luego, jamás
podre olvidar.
Es preciso mencionarles que realizar un reportaje
interpretativo no es sencillo, consta de mucha investigación, datos, fuentes,
así como encuestas para abordar ciertos resultados ante lo que se investiga,
estudia o como usted lo prefiera llamar. Particularmente me desenvuelvo a la
perfección con eso de las preguntas, agradecida con unos cuantos profesores que
me enseñaron a no llevar nada estudiado, solo conocer el tema y ¡Pum! al punto
con el encuestado. Aparte de ser una sabelotodo en preguntas, la pena no es mi
mejor amiga, ella y yo a veces tomamos distancia, engañándola con la confianza
para detener a cualquier persona en la calle, obteniendo lo que quiero (como
buena periodista). Pero... obviamente mi humanidad no es suficiente, mucho
menos el ser sabelotodo, confianzuda y tener una bella sonrisa (eso no tiene
nada que ver pero se ve lindo en este párrafo), cuando detienes a una persona,
le haces una pregunta y la respuesta es -NO SÉ-
No hay algo que me hubiese indignado mas ese buen día,
afónica por cierto, hablando como carro descompuesto, con un par de amigas que
entre ambas una sufría de pena máxima. Ese momento donde mi valor es más grande
que mi voz, con la naturalidad de periodista detengo a una persona, saludo, le
explico y pregunto: ¿Conoce usted la red social twitter? ante esa pregunta baja
pero directa la respuesta fue; ¡No, no sé!, que bruta me sentí, pensé que había
formulado la pregunta mal, pregunte algo fuera de lo normal, o, tal vez no me
entendieron ¿será que pronuncie twitter incorrectamente?, no podía negar que
estaba en shock. Pese a mala respuesta insisto para limpiar mi mancha y obtener
otro conocimiento; ¿Ha escuchado alguna vez del blog twitter? ! No, no sé!, no podía creer lo que estaba
escuchando, claro que pronuncie bien, claro que lo dije bien, era que no sabían
que era esa cosa extraña con tres T y una W, ¿qué palabra tiene esas letras?, ¡eso
no sale en la RAE!, ni hablar, ninguno se preocupo por preguntarme y conocer
esa extraña red social con tres T y una W. Mas tarde, obtuve un poco mas de las
odiosas, feas palabras que ya les mencione, pero, cuando quería sacar mas
información reaparecían persiguiéndome hasta terminar el día. Esa noche en el
autobús de vuelta a mi casa, me di cuenta que las personas no se preocupan por
conocer algo, que es mejor quedar como tonto ante una periodista (yo) que
intentar pensar para dar en el punto, que cuesta tanto leer para saber, y que
me atrevo a decir que la investigación se hace solo por obtener respuesta
momentánea y no duradera.
Quien se digno a leer esto por curiosidad sabe que esas
palabras alguna vez la ha dicho, que (no) solo es un adverbio de negación y
(sé) es indicativo del verbo saber, (no lo sabías ya lo sé) pero como te
atreviste a leerme ya lo sabes. Decir que no sabemos algo es solo cuestión de
negar aprendizaje, lea mas, estudie mas, escriba mucho, para cuando le toque
escuchar una pregunta de una fulana como yo, no sea el motivo de redacción de
uno de mis escritos.
Sólo sé que no sé nada, Platón (si no sabe quién es, investigue)
Adayris Catillo