"El milagro viene llegando, el llorón anda accidentado,
la del valle pendiente de algo y nosotros ya estamos listos, y eso que el gordo
le esta trabajando a un tipo con un camión me dijo que los repuestos le salen
en 50 palos y no tiene, pasaje por aquí por favor"
Deivis se levanta a las 4:00am al igual que su papa, medio
se lavan la cara, pasan un peine por sus cortos cabellos y salen a cubrir la
ruta que , como conductor de camioneta, le asignan. Parte de su forzada labor
es ser colector, le gusta colgar de la puerta, gritar el rumbo que lleva y se
cerciora que todos paguen al bajar. Su papa le compra chucherías cada que se le
antoja, compran uno que otro chupi ( helado) porque el calor es fuerte y le
gusta silbar a las muchachas bonitas.
Con solo 11 años ya conoce todas las camionetas por número y
nombre, sabe quienes son los conductores, nombres de repuestos , todas las
rutas de Caracas y hasta entabla conversación con hombres mayores expertos en
el asunto. Deivis dice que lo primero es ganarse el pan y lo segundo también,
ayuda a su familia mientras se ayuda a el mismo, es partidario de la educación
en la calle ; defensa personal, una que otras palabras , suma resta y hasta
multiplica con los pasajes y practica la comunicación con los pasajeros. No le
teme a los vendedores ambulantes mucho menos a trabajar hasta tarde, quiere
aprender mucho mas, porque cuando sea grande quiere pasar a un puesto mayor ,
chofer.
Quizá la educación es lujo o posiblemente algo que puede
conseguirse en todas partes pero cuando un niño decide trabajar con solo 11
años , la sociedad antes de medir las causas que generaron la decisión tildan a
padres y hasta los propios niños de flojos o sinvergüenza. Ya hay un dicho por
allí que dice " LA NECESIDAD TIENE CARA DE PERRO ¨
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