El precio de un ser humano

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Hace días converse con un antiguo docente que fue mi profesor de la cátedra Electricidad en aquella época de liceo por allá en tercer año. Platicamos mucho acerca de mi vida desde aquel entonces, donde estudio, que estoy haciendo y como ha sido mi desarrollo como futura profesional, desde luego fue grato encontrarlo y hacerle saber que fue parte en mi decisión de convertirme en una profesional. Por supuesto, atento y convencido de mis grandes metas opto por contarme que no ha tenido alumnos de tal calidad ( OJO sin ninguna clase de desprecio a los futuros bachilleres de la República )  desde aquel entonces, que la educación actual a cambiado considerablemente y que escasea la pasión por ser alguien en esta sociedad.

Continuaba el café dándonos palabras de educador a alumna convirtiendo el momento en una magnifica conversa profesional, ante tanto que comentábamos hubo un momento de paréntesis donde olvidamos ser profesionales y convertirnos en humanos , fue entonces donde expreso el orgullo de su hija mayor ( la futura doctora). Hablo de una forma tan pulcra con ese orgullo de padre tan genuino, con cariño rotundo y como educador que es. Dijo que su futura doctora  se inscribió en el quinto semestre de medicina en la Universidad Central de Venezuela, al principio caminaba con ella a las 3:30 am hasta el terminal porque tenia horario a las 7:00 am , el es una persona mayor así que le estaba pegando un poco, lo que lo llevo a pagarle con esfuerzo una residencia que estima de 2,500 Bs. Continuo mencionando que todo a sido un esfuerzo, libros, copias, trabajos y asi, desde luego aclaro que el día de hoy le ha pegado la inflación , el sueldo casi no alcanza pero que seguirá firme hasta que su futura doctora se gradué.

Casi terminando el quinto sorbo de café dijo algo que me conmociono e hizo tragar fuertemente , a su futura doctora le pagan la residencia, la dejan resuelta en cuanto a mercado y lo que recibe para su semana son solo 250 Bs. Abrí los ojos con tal expresión que se dio cuenta y dijo "Si, solo 250 porque no tenemos para darle mas", esa oración estrujo mi corazón tan fuerte que quise abrazarlo de repente. Sin importar lo que pensara me aclaro que ella también sabe que es esfuerzo, que no importa cuanto le cueste caminar desde el trabajo a su hogar porque se queda sin pasaje, o simplemente no importa cuanto haga para pagar una impresión de guías para estudiar el corazón,  porque sabe y cree fervientemente que  algún día sera su futura doctora y el a sido parte de su formación. Su final de platica me dejo pensativa, agradecí el café y le pague la ronda , le aclare que era el mayor docente de este mundo, sintiéndome agradecida de que tal ser humano fuese parte de lo que hoy soy y que como padre tiene el récord de hacerlo todo por lo que tiene.

Esa anécdota me hizo recordar la cantidad de jóvenes que son avariciosos , que miran por encima al resto sin saber cuanto a sido el esfuerzo que ha hecho esa persona para estar allí, me llevo a deducir que el ser humano no vale lo que tiene, vale lo que es y lo que da, lo que piensa, lo que se esfuerza, lo que se propone, supera y alcanza. Que hay quienes tienen la posibilidad en bandeja y otros deben pelear por esa posibilidad, entonces, no es lo que se tiene en la billetera, es aquello que sale del corazón.

Esto va dedicado al amor de mi vida, Mi papa Angel Castillo se cuanto te has esforzado por tu periodista.
Al docente, padre y mi admiración el señor de lentes grandes (Por decisión de el no quiso que diera nombre).